Hacer deporte conlleva mantener una higiene personal correcta. Algunas normas son de sentido común, pero otras a menudo las pasamos por alto por dejadez, comodidad o simplemente por desconocimiento… Aquí tienes una lista completa de todas ellas.
La correcta higiene corporal previene muchas enfermedades y reduce la propagación de bacterias y hongos. Permite gestionar de forma activa su capital de salud y bienestar al deportista. Y garantiza a quien practica deporte a cualquier nivel una regularidad en los resultados y una condición física y psicológica óptimas.
Las normas básicas para mantener una higiene intachable al practicar cualquier tipo de deporte son:
- Ducharse inmediatamente después de cada entrenamiento o competición con jabón y sin esponja.
- No compartir botellas de agua.
- Abstenerse de depilarse el cuerpo completo, ya que es una práctica más cosmética que de higiene.
- Lavar de forma rutinaria la ropa después de cada entrenamiento o competición.
- Lavar los accesorios tipo rodilleras, muñequeras, etc. semanalmente.
- No compartir nunca toallas ni productos de higiene personal como maquinillas de afeitar con otras personas.
- Llevar convenientemente cubiertas todas las heridas abiertas.
- Hacer que profesionales de la salud evalúen cualquier lesión sospechosa.
- Ducharse antes de utilizar saunas, jacuzzis, etc. y nunca hacer uso de estas instalaciones si se tienen heridas abiertas, raspaduras o rasguños de cualquier tipo.
Algunas infecciones fúngicas tienen una prevalencia muy alta entre los deportistas. Es el caso del pie de atleta, la tiña inguinal, etc. La mejor forma de evitarlas es:
- Llevar siempre medias y ropa interior de algodón, no sintética.
- Llevar chanclas al usar duchas públicas.
- Lavar los pies y el resto del cuerpo con jabón inmediatamente después de hacer deporte.
- Secar bien entre los dedos de los pies, las ingles y cualquier pliegue corporal tras la ducha con una toalla limpia.
- En caso de no poderse duchar inmediatamente después del ejercicio, utilizar toallitas íntimas (en el caso de las mujeres).
- Echarse polvos de talco en las zonas clave puede ser una buena forma de prevenir las infecciones micóticas más comunes entre deportistas.
La correcta digestión de las comidas también es clave a la hora de hacer ejercicio físico. En general, no se debe hacer coincidir la práctica de deporte con la digestión de la comida. Y como norma general, se deben observar dos horas entre la comida y la práctica de deporte. Si se va a competir, entonces conviene desayunar unas tres horas antes del partido o competición.
Beber la cantidad correcta de agua también es clave cuando se practica deporte. Se debe beber líquido durante el esfuerzo, pero también al terminar, para una correcta hidratación. Lo ideal es ir bebiendo pequeñas, pero frecuentes cantidades de agua.
Por supuesto, después de hacer deporte hay que garantizar un sueño cotidiano de 7 u 8 horas ininterrumpidas para una buena recuperación física y mental.
La ropa y equipamiento del deportista debe ser siempre adecuada a la práctica del deporte que realiza. En general, hay que tomar en cuenta lo siguiente:
- Utilizar ropa que no comprima y que sea transpirable. Si se practican deportes al aire libre, que también proteja de la humedad externa.
- Usar calzado adecuado a cada actividad. Si se puede, alternar dos pares de zapatillas diferentes. Comprarlo al finalizar la jornada, cuando el pie está más “dado de sí”.
- Nunca se debe estrenar calzado deportivo el día de la prueba o competición.
- El calzado deportivo no se puede lavar en lavadora ni secar encima de un radiador. Hacerlo a mano si es posible, secarlo al aire libre y esparcir dentro polvos de talco o antifúngicos.
- Utilizar calcetines de fibras naturales (algodón, lana, hilo de Escocia…) que no tengan costuras internas agresivas.
- Llevar unos calcetines limpios para cuando termina el entrenamiento o competición.
También debe hacerse una higiene de la boca exhaustiva, ya que el esfuerzo físico aumenta la acidez bucal. Combinado esto con bebidas y alimentos energéticos, la posibilidad de caries está al acecho. Lo mejor es lavarse los dientes con dentífrico después del ejercicio, usar cada día cepillos o hilo interdental, enjuagarse bien y usar colutorios y acudir al odontólogo de forma rutinaria.
Los pies son una de las zonas del cuerpo de especial atención para el deportista. Además de las infecciones fúngicas, hay que atender a las ampollas. Si la ampolla está cerrada, hay que punzar con aguja estéril, aplicar un desinfectante y cubrir con un vendaje o apósito esterilizado. Si está abierta, se llevan a cabo los dos últimos pasos.
Por último se recomienda a los deportistas llevar al día la vacunación antitenátina, especialmente si práctica hípica. También vacunarse contra la hepatitis B si practica deportes de contacto, y finalmente vacunarse contra la hepatitis A cuando se practica un deporte acuático al aire libre.