Los Juegos, postergados por un año a raíz de la pandemia, se reprogramaron entre el 23 de julio y el 8 de agosto, no tendrán público extranjero, habrá aforo reducido y limitación de las actividades. Corea del Norte es el único país que no estará en la cita.
Los Juegos, postergados por un año a raíz de la pandemia y que se reprogramaron entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021, van a ser atípicos: no tendrán público extranjero y habrá aforo reducido y limitación de las actividades. Pero van a realizarse sí o sí, según el COI y las autoridades en Japón, que vienen desmintiendo cada rumor de cancelación, en especial el que publicó el diario británico The Times el 21 de enero último.
Los miles de millones de dólares en transmisiones de televisión están asegurados. Por el momento, el único país que desistió de participar por el Covid-19 fue Corea del Norte.
El presidente del COI, Thomas Bach, se comprometió a comprar dos vacunas adicionales para la población del país al que corresponda el deportista que reciba la dosis provista por el Comité Olímpico Internacional, tras un acuerdo con China.
«Lo fundamental es que los atletas, si se puede y tienen la voluntad, estén todos vacunados. Desde el COI vamos a financiar las vacunas excedentes que hagan falta en los países, entendiendo que cada Estado es la autoridad de aplicación. Pero si no hubiera suficientes vacunas, el COI va a garantizarlas en aquellos países más comprometidos con el acceso a ellas para que los atletas, si así lo desean, se puedan vacunar junto con toda la comunidad olímpica”, aclaró el alemán Bach.
Mientras, la organización de Tokio 2020 (se sigue llamando así por el merchandising, la cartelería y todo lo preparado hace años) lanzó una serie de manuales con protocolos y recomendaciones para federaciones, cuerpos técnicos, atletas, prensa acreditada y TV.
«Hay sistema de testeos, similares al PCR en términos de eficacia, que dan sus resultados en 15 minutos, con lo cual uno puede testear a todas las delegaciones en forma diaria. Cuando lleguen se instalarán en prefecturas y centros de alto rendimiento de Japón y desde allí se van a mover con medios de transporte dedicados, no van a tener contacto con los medios de transporte masivos, hasta que ingresen a la Villa, todos testeados, para que la Villa pueda ser un lugar estéril», explicó Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino, en una entrevista con Télam.
Esta semana, Tokio adoptó medidas más estrictas contra el coronavirus, mientras las autoridades japonesas luchan por frenar la propagación de una variante más contagiosa antes de los Juegos y con menos del 1% de las personas vacunadas (la vacuna Pfizer es la única aprobada en Japón y hubo un suministro limitado de dosis).
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, impuso restricciones horarias para bares y restaurantes, y pidió evitar viajes no esenciales, entre otras medidas que se mantendrán -en principio- hasta el 11 de mayo.
Japón, hasta ahora, mostró un buen manejo sanitario, con menos de medio millón de casos y 9.400 muertes desde que comenzó la pandemia para una población de 126,3 millones. Sin embargo, experimentó un repunte de casos preocupante en las últimas semanas.
Con respecto a la realización de los Juegos Olímpicos en su país, las encuestas entre la población local japonesa siguen mostrando descontento. En la última encuesta, a cargo de Kyodo News, el 72% está en contra de los Juegos (39,2% querría su cancelación y el 32,8% su aplazamiento) en este contexto.
Todo es dinámico, como la evolución de la pandemia. Por caso, uno de los funcionarios más importantes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 -que pregonan por la igualdad de género, la diversidad y la inclusión- tuvo que dejar su puesto por hacer comentarios sexistas: el presidente del comité organizador, Yoshiro Mori, dijo en febrero que las mujeres «hablan demasiado» en las reuniones y fue reemplazado por Seiko Hashimoto, exciclista y patinadora olímpica.
El 60 por ciento de los atletas ya estaba clasificado antes de la postergación de los Juegos y muchas plazas se definirán por ranking, aunque algunos clasificatorios -pospuestos para el 2021- también se suspendieron (en Tokio, en Brasil, en Europa) en estos meses por los rebrotes.
De todas formas, el relevo de la antorcha olímpica empezó el 25 de marzo en Fukushima, Japón, y continúa con algunas alteraciones, como la baja de algunas celebridades que iban a portar la llama olímpica o tramos cerrados al público para evitar aglomeraciones.
«Nuestra tarea es organizar unos Juegos seguros y hacer realidad los sueños olímpicos de los atletas», insistió Thomas Bach, sin dudar de la celebración de Tokio 2020, a pesar de todas las dificultades que presenta una situación inédita para todo el planeta.