Creyó que había batido un récord de Usain Bolt, pero un insólito error le ahogó los festejos

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Noah Lyles llegó mucho antes que sus rivales a la meta y desde la transmisión advirtieron de inmediato que algo andaba mal.

Fue extraño ver a Noah Lyles, campeón mundial de los 200 metros, correr sobre una pista en Florida mientras sus dos rivales competían simultáneamente desde Suiza y Holanda. Pero más raro aún resultó atestiguar que el cronómetro se detenía en 18,9 segundos cuando cruzó la meta, tiempo que pulverizaba el récord mundial de 19,19 que Usain Bolt estableció hace 11 años.

Resultó que la prueba celebrada este jueves, con distancia social y recursos tecnológicos no fue la competición deportiva mejor planificada desde que la pandemia paralizó buena parte del deporte en el mundo.

Lyles corrió sólo 185 metros en la pista de Bradenton, para esta curiosa versión de la tradicional carrera Weltklasse que suele llevarse a cabo en Zúrich. “No pueden jugar así con mis sentimientos… Me colocaron en el carril equivocado”, tuiteó el estadounidense, quien concluyó su comentario con unas siglas en inglés para referir que la situación lo había dejado “meneando la cabeza”.

No hubo récord mundial, sólo un buen entrenamiento con un viento intenso para comenzar la temporada de competiciones de atletismo, prácticamente anulada por la crisis de salud. La Weltklasse debió haber sido la última competición de la Diamond League en septiembre. Habría marcado el reencuentro de muchos de los medallistas en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Usain Bolt sigue siendo considerado el hombre más rápido de la historia (Reuters)
Usain Bolt sigue siendo considerado el hombre más rápido de la historia (Reuters)

En vez de ello, no se ha podido definir siquiera un programa del certamen y los Juegos Olímpicos se pospusieron hasta julio del año próximo, cuando Lyles, de 22 años, tenga 24. Los organizadores suizos de la Weltklasse tuvieron que mostrarse creativos para implementar un programa abreviado: ocho eventos de tres atletas o equipos, compitiendo en siete estadios prácticamente vacíos en Europa y Estados Unidos, con condiciones meteorológicas variables.

Se avizoraba que el mayor riesgo sería para los técnicos suizos encargados del cronómetro y de la transmisión televisiva, a fin de sincronizar tres actuaciones en distintos países dentro de su paquete de la emisión, en un par de minutos. En vez de ello, simplemente la colocación del bloque de largada resultó errónea y arruinó la carrera principal.

La gran velocista estadounidense Allyson Felix tuvo un desempeño menos accidentado y consiguió triunfos desde Walnut, California, en un sprint de 150 metros y en un relevo de 3×100. Felix, seis veces medallista olímpica, paró el cronómetro en 16,81 segundos para completar los 150 metros. Venció por 34 centésimas a Shaune Miller-Ubo, quien corrió en Florida.

En Suiza, Mujinga Kambundji quedó tercera pese a tener más ayuda del viento. “Fue extraño, se sintió como una práctica”, valoró Felix. “Pero ni siquiera, porque no hubo en realidad compañeras ni nada”.

Más tarde, en la transmisión de 90 minutos a distintos países del mundo, se realizó la carrera de 100 metros con vallas. Tres hombres compitieron en Florida. Andre De Grass ganó con un tiempo de 9,68 segundos, superando por cuatro centésimas a Jimmy Vicaut. Omar McLeod, campeón olímpico de los 110 con vallas, fue tercero con 9,87.

Las dos competiciones de salto con pértiga fueron conquistadas en Florida, por los estadounidenses Sam Kendricks y Sandi Morris, quienes establecieron registros respectivos de 5,81 y 4,66 metros. La falta de entrenamientos e instalaciones de calidad durante la pandemia quedó evidenciada en algunas actuaciones.

Katerina Stefanidi, campeona olímpica de pértiga, no pudo librar su primera altura de 4,46 metros en California. Christian Taylor, dos veces monarca olímpico del salto triple, necesitó una sexta ejecución para llegar a 17,27 metros en Florida. Esa prueba fue ganada en Portugal por Pedro Pablo Pichardo, quien saltó 17,4 metros.

Fuente Infobae.

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