Dos factores fueron decisivos para la victoria de Argentina contra Nueva Zelanda en el Tri Nations: la capacidad ancestral de superarse en momentos críticos y la actitud de este equipo, que siempre sale a la cancha con la fantasía de ganar.
No es fácil explicar por qué pasó con Los Pumas lo que no había pasado en 44 años. En el ‘76 fue la primera contra los All Blacks y, después de un histórico partido contra Gales que hacía imaginar una gran actuación contra los neozelandeses, Los Pumas no pudieron. ¿Por qué ahora sí?.
Que los All Blacks vienen con ritmo de juego, que son históricamente superiores, que Los Pumas que vienen con más de un año sin partidos oficiales y que no venían «disfrutando» mucho en los últimos tiempos, con el Mundial 2019 a cuestas, con los Jaguares que se desarticulan, con esta sensación que se daba en algún momento de que el rugby argentino poco menos que desaparecía…
Un montón de conjeturas que quedaron en el camino por dos factores decisivos. El primero, la capacidad ancestral de Los Pumas de superarse en los momentos críticos. Una muestra clara de esto es la del 2007, cuando llegan a ser medalla de bronce tras ganarles dos veces a los anfitriones en un momento crítico de la UAR. Poco tiempo antes de ese Mundial parecía que Argentina ni iba a poder ir a jugar. Fueron y se sobrepusieron a todo, con Mario Ledesma como jugador. Hoy, con Mario Ledesma como entrenador, el cuerpo técnico no pensó nunca en «ver qué pasa con Nueva Zelanda». Este es un equipo que sale a jugar con la fantasía de ganar y este es el segundo factor.
Después estuvieron los 80 minutos de juego, en los que llegó a conmover cómo Los Pumas lograron desordenar a los All Blacks. Verlos desconcertados, cometiendo errores groseros. Nueva Zelanda fue un equipo ordinario y Argentina pudo hacer eso que parece imposible: generarle incomodidad.
Para los que no sean fanáticos del rugby -permitiendo un poco la exageración- esta victoria es para el rugby argentino similar a lo que fue para el básquet ganarle a la NBA en Indianápolis. Es la primera victoria histórica ante el mejor equipo casi desde siempre.
Así como los equipos argentinos arrancaron muy bien la Copa Libertadores pese a ser los últimos en volver a jugar, de la misma manera que Julia Sebastián bate récords, Peque Pareto llega a la final de un Masters y Peque Schwarztman y Nadia Podoroska brillaron en Roland Garros, el tiempo de la pandemia y de la inactividad no ha sido un impedimento para todos y es algo para aprender. Mientras muchos se quejaban de las restricciones, Los Pumas siguieron soñando. Muchos de ellos jugando en Europa, es cierto; otros entrenando en su casa. Miren lo que lograron.