El sello futbolístico de Liverpool está de regreso y el título de la Premier League quedó a tiro para los Reds . Un repertorio fluido de juego para componer una goleada 4-0 sobre Crystal Palace dejó en pausa los festejos: el desahogo podría desatarse mañana si Manchester City pierde unidades en la visita a Chelsea. Con 23 puntos de ventaja y siete fechas por delante, la conquista de un título que se demora hace 30 años acelera los corazones en Anfield y aumenta la valoración de un plantel que se acostumbró a disfrutar, exhibirse como referencia y a codearse con la gloria.
Sin espectadores en las tribunas, debido a la restricción por la pandemia mundial de Covid-19, Liverpool no recurrió a las gradas ni a los hinchas virtuales para sentirse acompañado. Eligió un método clásico en tiempos de tecnología: los simpatizantes dejaron las banderas para que las telas, algunas con las imágenes de Jürgen Klopp o Bill Shankly, directores técnicos del presente y el pasado y hacedores de momentos históricos, de alegría, triunfos y coronaciones. Sin el empuje de la mítica The Kop , la tribuna que impulsa a las hazañas memorables, Liverpool se refugió en sus futbolistas para ejecutar con oficio la partitura y regalar goles de diferentes calibres.
Un tiro libre de Trent Alexander-Arnold rompió la paridad, después que Liverpool machacará con insistencia por la apertura del marcador: antes de la perfecta obra del lateral, Jordan Henderson estrelló el balón en el poste derecho y Virgil Van Dikj no logró definir con fuerza en el rebote, mientras que Georginio Wijnaldum desperdició dos situaciones frente al arco que defendió Wayne Hennessey. La ventaja le dio más vuelo al conjunto, como si el empate en el clásico Merseyside -0-0 con Everton, el domingo- le hubiera permitido calibrar las piezas al entrenador; los ajustes tuvieron una segunda recompensa con la definición de Mohamed Salah, que firmó la marca del gol 100 -70 en 31 partidos de la Premier League- de Liverpool en la temporada.
La perfecta pegada desde fuera del área de Fabinho -asistió con un pase largo a Salah en el tanto del egipcio- compuso el 3-0, cifra que se estiró con la corrida por la izquierda y definición cruzada, de derecha, de Sadio Mané , luego de una habilitación de Salah. Fueron cuatro gritos para romper el silencio de un templo futbolístico que esperó 105 días para cerrar la herida que significó la eliminación ante Atlético Madrid, de la Champions League, un trofeo que tiene a Liverpool como campeón vigente.
Con sello francés, Manchester United alimenta el sueño de capturar la última plaza directa para jugar la Champions League. Tres goles con la firma de Anthony Martial -el primer triplete con esta camiseta- construyeron la victoria 3-0 sobre Sheffield United, en Old Trafford; los Red Devils alistaron también al galo Paul Pogba, que no era titular desde el 30 de septiembre pasado. El estratego, que superó lesiones en el tobillo y el pie, tuvo un rodaje mínimo desde entonces: 98 minutos en tres juegos, los últimos 30′ en el empate 1-1 con Tottenham, el viernes, cuando se reanudó la Premier League.
Una formación de corte ofensivo diseñó Ole Gunnar Solskjaer: el entrenador noruego conjugó a Pogba, Bruno Fernandes, Greenwood, Rashford y Martial y el ensayo le ofreció la mejor recompensa con una abrumadora superioridad en el desarrollo y contundencia en la figura de Martial. Convencido de la necesidad de los tres puntos para intentar presionar a Chelsea, que mañana recibirá en Stamford Bridge a Manchester City, escolta de Liverpool, pero conocedor que la corona es inalcanzable, al extremo que el DT Pep Guardiola reservará piezas -además Sergio Agüero resultará baja obligada porque fue operado ayer de meniscos de la rodilla izquierda- porque el domingo se medirá con Newcastle, por los 4tos de final de la FA Cup.