La nueva normalidad en el mundo del fondo ha generado una situación que la World Athletics (ex IAAF) no esperaba de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio.
El próximo 7 de agosto se celebrará en la ciudad de Sapporo (unos 1.000 kilómetros al norte de Tokio, donde se esperan temperaturas demasiado altas para las pruebas de fondo) un maratón olímpico que es sin lugar a dudas la carrera más esperada del año. En ella estará, si nada se tuerce, el plusmarquista mundial de la distancia, un Eliud Kipchoge al que veremos en acción dentro de unos días en el Aeropuerto de Twente en ese NN Mission Marathon organizado por el equipo del propio keniata, el NN Running Team.
137 keniatas con mínima
Para la cita en la ciudad nipona el número de clasificados masculinos y femeninos ya está por encima del objetivo declarado de World Athletics de 80 atletas por género. En el caso masculino, tal y como detalla ‘Let’s Run’, 101 billetes se han logrado por atletas de 44 países distintos desde el 1 de enero de 2019 hasta ahora.
En el caso de las féminas, 82 plazas se han conseguido de 42 países (77 por tiempo -2:29:30- y 5 mediante clasificación). Todo eso teniendo en cuenta los tres atletas por país que permite la competición, porque si ignoramos ese tope la cifra se dispara. 523 hombres en total han bajado de la mínima exigida de 2:11:30. De esos, 137 eran keniatas. Tremendo. En el caso de las mujeres, son 295 las que han bajado de esos 2:29:30 (107 etíopes).
Cuatro meses por delante
Pero es que aún quedan cuatro meses por delante y se espera que más atletas se unan a esa extensa lista. Hay maratones previstos en Twente (el mencionado NN Mission Marathon) y trials en Australia o Argentina, sin contar los maratones disputados en China e Italia este pasado fin de semana.
Las zapatillas con placa de carbono sin duda han sido un impulso clave en este alud de mínimas logradas hasta ahora. A partir de este momento, son los Comités Olímpicos de cada país los que tienen la ardua misión de escoger en base a sus criterios.